Mas Castanyer (www.mascastanyer.cat), una granja orgánica de 1300 gallinas situada en el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa, decidió luchar contra los ataques constantes de los depredadores a sus gallinas con un método innovador y sostenible: introduciendo dos machos alpacas jóvenes en el patio exterior.
El proyecto Europeo Hennovation impulsó la creación de esta innovación (www.hennovation.eu). En este proyecto también colaboraron Ecogarrotxa y AlpacaTrax.
Las gallinas ponedoras alojadas en sistemas camperos o ecológicos son cada vez más populares. Sin embargo, los productores reportan niveles de mortalidad de gallinas altos los cuales son totalmente insostenibles. Por ejemplo, algunos ganaderos reportan tasas de mortalidad del 30% en gallinas camperas. Los ganaderos destacan la depredación como una de las principales causas de muerte. Más allá de los efectos directos de los ataques depredadores, las gallinas parecen más tensas y agitadas después de un ataque y se muestran reacias a acceder al patio exterior durante varios días después del ataque. Además, los productores indican una posible relación entre la incidencia de picaje y la frecuencia de los ataques de las aves. El enriquecimiento de la zona exterior con árboles y otros tipos de refugios (naturales o artificiales) disminuyen el riesgo de ataque por depredadores. Sin embargo, los depredadores atacan fácilmente a las gallinas que salen del área protegida. Otras estrategias para prevenir los ataques de los depredadores se han planteado, como la inclusión de gallos o de perros entrenados. Los gallos no son lo suficientemente eficaces contra los depredadores. Los perros entrenados pueden causar lesiones e incluso matar algunas gallinas como resultado de un comportamiento de juego o agresivo. La presencia de alpacas en una granja, compartiendo la zona exterior con las gallinas puede reducir exitosamente el número de ataques de depredadores.
Pol y Olga cuidando sus alpacas
Las alpacas son territoriales, con los machos defendiendo las hembras en sus territorios. Las alpacas son típicamente agresivas hacia los depredadores y parecen relacionarse fácilmente con otros animales y protegerlos.
Se recomienda el uso de alpacas machos jóvenes (entre 1 y 3 años de edad) que hayan sido correctamente socializados con personas y gallinas. Las alpacas son animales altamente sociables y de ningún modo se introduce un solo animal.
Las alpacas no necesitan entrenamiento para proteger los otros animales con los que comparten el territorio. Sin embargo, necesitan un período de adaptación de alrededor de 3 semanas para perder el miedo y sentirse más seguros en su nuevo entorno.
La interacción diaria positiva y amistosa entre el ganadero y las alpacas es esencial: dar algo de comida, tocarlos suavemente y comprobar si los animales no tienen ningún problema de salud. Una vez a la semana las alpacas deben manipularse con un cabezal para que se acostumbren. Esto permitirá al granjero agarrar fácilmente los animales si es necesario (por ejemplo para aplicar algún tratamiento o para mover las alpacas de un recinto a otro).
Una alpaca macho puede costar alrededor de 500-700 euros / animal, pero esto puede variar dependiendo del tipo de fibra que el animal tiene y el país. Una zona cubierta y cómoda es necesaria para proteger las alpacas del frío pero sobretodo del calor. El agua limpia y fresca y el forraje deben ser proporcionados ad libitum.
Normalmente hay pocos costes asociados con el cuidado de alpacas: una dieta basada en forraje, algunos suplementos de minerales y vitaminas, recortar las pezuñas, vacunación y desparasitación anuales. Sin embargo, tenga en cuenta que las alpacas deben esquilarse una vez al año. Excepto en el Reino Unido, los esquiladores profesionales de alpacas son escasos y la esquila puede convertirse en un evento estresante.
